Aunque en muchas ocasiones las soluciones tecnológicas se presenten como piezas distintas, como módulos separados o aislados, resulta imprescindible tener una visión global del tratamiento de la información dentro de la empresa.
El todo es más que la suma de las partes: el conjunto de aplicaciones con las que trabaja su empresa debe estar perfectamente integrado para aprovechar al máximo su potencial. La tecnología debe ser fácil y comprensible para el usuario final, pero su instalación puede ser muy compleja, por eso es necesario contar con asesores expertos para su implantación y mantenimiento.